Desde el asiento número nueve, Poirot est  idealmente ubicado paraobservar a los dem s pasajeros del avión. A su derecha se sienta unamujer joven, claramente enamorada del hombre de enfrente. M sadelante, en la butaca n£mero trece, se encuentra una condesa con unapasi¢n por la coca¡na mal disimulada. Al otro lado del pasillo, en elasiento ocho, una abeja agresiva molesta a un escritor de novelas dedetectives. Sin embargo, Poirot no se da cuenta de que, detr s suyo,en la segunda butaca, se halla el cuerpo sin vida de una mujer.