Las coordenadas que traza el autor sobre los géneros literarios, el diseño de las fronteras ficcionales y la singularidad de los espacios cotidianos convergen en una poética que recrea la crisis del mundo contemporáneo. Esta novela experimental, además, funciona como una metáfora de la muerte del autor, de las utopías individuales y de las políticas que rigen las estrategias del cuerpo social. “Los últimos dioses del opio” es también un signo en busca de sentido humano, una protesta del hombre en su desencuentro con la vida y la realidad. Es, por último, una obra maestra en lo que va del siglo XXI. (JUAN YUFRA)